Por JOSÉ MORALES MANCHEGO
Según la Biblia, el número siete es un número sagrado y mágico, además de ser muy rico en asociaciones de variada índole. Se habla de los siete pecados capitales, de los siete dones del Espíritu Santo, de los siete sacramentos, de las siete Iglesias del Apocalipsis, de las siete peticiones en el Padre Nuestro, de los siete sellos, de las siete calamidades que llevan los siete ángeles en siete copas.
También se dice que al séptimo día del sitio de Jericó, Josué marchó siete veces alrededor de las murallas de la ciudad y las derribó con el sonido producido por siete trompetas. Del mismo modo, en el sueño del faraón, interpretado por José, aparecen siete vacas gordas y siete vacas flacas, siete espigas florecidas y siete espigas agostadas. Y así podríamos mencionar muchos ejemplos sobre la frecuencia del número siete en el libro de la Ley. Sin embargo, las plagas de Egipto no son siete, como asegura un columnista de uno de los diarios de la ciudad de Barranquilla, en su artículo titulado "Las Siete Plagas de...", en el cual se refiere, por comparación, a los grandes males que le han caído a la República de Colombia. He aquí un fragmento del párrafo de entrada del interesante opúsculo: "Señalan tos textos sagrados que la civilización egipcia fue aniquilada por siete plagas, que así se llamaban antes las epidemias, hasta acabar con un alto porcentaje de la población." (El Heraldo. 26 de marzo de 2008. p. 2A). Teniendo en cuenta que muchas personas suelen usar la equivocada expresión, "siete plagas de Egipto", me permito traer a la memoria el cuadro de las diez plagas, mediante las cuales Jehová, a través de Moisés, buscó la libertad de su pueblo, estableció una distinción entre israelitas y egipcios y adelantó un juicio contra sus magos y sus dioses, que no pudieron evitar las calamidades, forzando al faraón a otorgar la libertad y autorizar la salida de Egipto a los hijos de Israel.
Dichas plagas son las siguientes:
l. Las aguas se convirtieron en sangre.
2. Las ranas cubrieron el territorio de Egipto.
3. El polvo de la tierra se convirtió en mosquitos.
4. Grandes cantidades de moscas de diferentes especies llenaron las habitaciones de los egipcios.
5. Cruel peste sobre los caballos, asnos, camellos, vacas y ovejas.
6. Apareció un salpullido, que a su vez producía úlceras y tumores apostemados, en hombres y animales.
7. Lluvia de piedras y granizos mezclados con fuego en medio de truenos y centellas.
8. Muchedumbre de langostas que devoraron árboles, hierbas, frutos y toda cosa verde.
9. Horrorosas tinieblas que cubrieron la tierra de Egipto por tres días.
10. Muerte de los primogénitos.
No hay duda entonces de que las plagas de Egipto son diez, como se puede apreciar en la maravillosa leyenda bíblica del Éxodo. Por tanto, me parece lamentable que hasta en las principales páginas de los periódicos se cometa la grave injusticia de condenar a muerte a tres plagas bíblicas sin antes haberlas oído y vencido en juicio.
Según la Biblia, el número siete es un número sagrado y mágico, además de ser muy rico en asociaciones de variada índole. Se habla de los siete pecados capitales, de los siete dones del Espíritu Santo, de los siete sacramentos, de las siete Iglesias del Apocalipsis, de las siete peticiones en el Padre Nuestro, de los siete sellos, de las siete calamidades que llevan los siete ángeles en siete copas.
También se dice que al séptimo día del sitio de Jericó, Josué marchó siete veces alrededor de las murallas de la ciudad y las derribó con el sonido producido por siete trompetas. Del mismo modo, en el sueño del faraón, interpretado por José, aparecen siete vacas gordas y siete vacas flacas, siete espigas florecidas y siete espigas agostadas. Y así podríamos mencionar muchos ejemplos sobre la frecuencia del número siete en el libro de la Ley. Sin embargo, las plagas de Egipto no son siete, como asegura un columnista de uno de los diarios de la ciudad de Barranquilla, en su artículo titulado "Las Siete Plagas de...", en el cual se refiere, por comparación, a los grandes males que le han caído a la República de Colombia. He aquí un fragmento del párrafo de entrada del interesante opúsculo: "Señalan tos textos sagrados que la civilización egipcia fue aniquilada por siete plagas, que así se llamaban antes las epidemias, hasta acabar con un alto porcentaje de la población." (El Heraldo. 26 de marzo de 2008. p. 2A). Teniendo en cuenta que muchas personas suelen usar la equivocada expresión, "siete plagas de Egipto", me permito traer a la memoria el cuadro de las diez plagas, mediante las cuales Jehová, a través de Moisés, buscó la libertad de su pueblo, estableció una distinción entre israelitas y egipcios y adelantó un juicio contra sus magos y sus dioses, que no pudieron evitar las calamidades, forzando al faraón a otorgar la libertad y autorizar la salida de Egipto a los hijos de Israel.
Dichas plagas son las siguientes:
l. Las aguas se convirtieron en sangre.
2. Las ranas cubrieron el territorio de Egipto.
3. El polvo de la tierra se convirtió en mosquitos.
4. Grandes cantidades de moscas de diferentes especies llenaron las habitaciones de los egipcios.
5. Cruel peste sobre los caballos, asnos, camellos, vacas y ovejas.
6. Apareció un salpullido, que a su vez producía úlceras y tumores apostemados, en hombres y animales.
7. Lluvia de piedras y granizos mezclados con fuego en medio de truenos y centellas.
8. Muchedumbre de langostas que devoraron árboles, hierbas, frutos y toda cosa verde.
9. Horrorosas tinieblas que cubrieron la tierra de Egipto por tres días.
10. Muerte de los primogénitos.
No hay duda entonces de que las plagas de Egipto son diez, como se puede apreciar en la maravillosa leyenda bíblica del Éxodo. Por tanto, me parece lamentable que hasta en las principales páginas de los periódicos se cometa la grave injusticia de condenar a muerte a tres plagas bíblicas sin antes haberlas oído y vencido en juicio.
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