sábado, 6 de septiembre de 2008

FALLECIÓ DIRIGENTE DE LA MASONERÍA COLOMBIANA


Por: José Morales Manchego Gr:. 32


El 3 de enero de 1928 nació en Barranquilla un gentilhombre que buscó el embellecimiento de la vida mediante la cultura del espíritu y la función social de la virtud. Recibió el título de doctor en medicina y Cirugía de la Universidad Nacional de Colombia. Más tarde recibió su título de especialista en Ginecología y Obstetricia, profesión que ejerció ética y responsablemente a lo largo de su existencia.

Se trata del doctor Leonello Marte Zapata, escritor de tremendas verdades e intelectual intenso, creador y afirmativo. En 1992 la Editorial Grijalbo publicó su obra Cartas Desde las Trincheras, en la cual nos da a conocer, documental y analíticamente, toda la correspondencia escrita por su tío, Manuel Andrés Marthe Carrasco, un barranquillero que combatió en las trincheras francesas de la Primera Guerra Mundial, y que sobre la marcha, entre combate y combate, escribía y enviaba cartas a la familia en las cuales narraba lo que sucedía en los campos de batalla, en medio del espantoso cuadro de las bayonetas, los ataques con gases irritantes, los piojos, las ratas y otras peripecias del conflicto; pero también hablaba de las alondras, las mirlas y demás aves canoras, que con su agradable trino parecían aliviar los horrores de la guerra, sus miserias y sus infamias.

En 1994 el doctor Leonello Marthe Zapata lanza su libro El Aborto en Colombia, verdadero tratado médico-legal publicado por Editorial Grijalbo. En este libro, el autor plantea la regulación demográfica mediante el uso y la prescripción médica de anticonceptivos, y defiende con argumentos científicos la legalización del aborto terapéutico como una práctica más de la libertad humana. He aquí sus palabras contundentes: “En Colombia no podemos abordar la desincriminación del aborto desde el punto de vista de los dogmas de una religión, sino desde los aspectos fundamentales de la ciencia y de las características económico-sociales de nuestro pueblo” (p. 24). Y más adelante manifiesta sin tapujos: “Se que el tema del aborto es todavía entre nosotros un tema polémico, aunque ya esté superado en los países desarrollados, en donde sólo impera un criterio científico y social; criterio completamente alejado de los prejuicios o dogmas religiosos, y temo, además, que esta obra no será bienvenida y aceptada por aquellos que todavía se rigen por criterios imbuidos de preceptos confesionales retardatarios y aún de ideas políticas de derecha” (pp. 25 y 26).

En 1996 salió a la luz pública su libro Historia de la Sociedad Hermanos de la Caridad, ilustrado con imágenes del Cementerio Universal y caracterizado como un trabajo documental y “archivo de piedra”, henchido de “textos que honran la tradición de este pergamino de mármol”, para usar los términos del historiador Alfredo De La Espriella en sus “Dos Palabras” sobre la primera edición.

En febrero de 2001 aparece su libro Los Poetas Cantores de la Muerte, un volumen de 336 páginas donde fluye el sentimiento estético de la palabra que nos pone a reflexionar sobre el paso inexorable al Valle de la Eternidad.

El doctor Leonello Marte Zapata, honorable señor de obsesión pensante y hábitos meditativos, fue director de El Misionero, órgano de divulgación de la Sociedad Hermanos de la Caridad. Además, se desempeñó como catedrático y vicerrector de la Universidad Simón Bolívar, donde fue compañero de trajines académicos e intelectuales del consagrado profesor universitario José Consuegra Higgins.

Leonello Marthe Zapata fue presidente de la Masonería colombiana en el cargo de Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33 para Colombia. Fue presidente de la Sociedad Hermanos de la Caridad, asociación sin ánimo de lucro, integrada por hombres libres y de buenas costumbres, que trabajan por el bien común y la ayuda a los más necesitados. En esa entidad encontró la razón vital de su filosofía, como fanal que lo iluminó para ayudar a los pobres con la educación que perfecciona y el auxilio a los que nada tienen, acción que constituía para él un deber muy diferente a la tradicional limosna que a son de trompeta realizan los hipócritas, y que sólo sirve para humillar a los humildes y enmascarar la pobreza y la desdicha humana. Por eso el doctor Leonello Marthe Zapata enarbolaba la vieja divisa: “Cuando ayudes a alguien, haz que tu mano izquierda no perciba lo que hace tu derecha”.

En esa sociedad de hombres libres y de buenas costumbres tuve el inmenso honor de compartir su amistad, admirar sus virtudes y calibrar sus profundos pensamientos, los cuales no son los de un hombre dogmático, sino los de un dialéctico respetuoso de la ley, que exponía sus ideas con claridad, sujetas al devenir histórico, nutriendo la independencia del criterio como baluarte inexpugnable contra toda claudicación.

El doctor Leonello Marthe Zapata murió el 18 de julio de 2008 en su natal Barranquilla. El departamento del Atlántico ha perdido a uno de sus valiosos hijos. Se ha marchado para el Oriente Eterno, el distinguido intelectual de nuestra patria, que a lo largo de su vida trabajó con entusiasmo en las actividades que colmaron su espíritu: la ciencia médica y los estudios humanísticos. Al mismo tiempo, este ejemplar ciudadano, se destacó como verdadero gladiador contra la ignorancia, contra la ambición y principalmente contra la hipocresía. Puede decirse que hasta en los días postreros se mantuvo en guardia, siempre con la espada enhiesta contra la maldad. Fue un ser feliz porque fue bueno. Fue un luchador porque fue justo. Por eso el doctor Leonello Marthe Zapata se marchó con “el rostro en paz y el corazón en guerra”, como dice el cuarto verso del poema “Huesped sin Sombra” de la inmortal Meira Del Mar.

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