El 28 de julio de 1969, como un homenaje a la patriota Antonia Santos en el sesqui-centenario de su muerte, la Empresa Colombiana de Petróleos -Ecopetrol- publicó el opúsculo titulado El Momento Estelar en la Campaña de Boyacá del historiador, profesor universitario y ex - presidente de la Academia Colombiana de Historia, doctor Horacio Rodríguez Plata, quien hoy se encuentra en el Oriente Eterno, decorando la Gran Logia de la Eternidad. El profesor Horacio Rodríguez Plata, en su trabajo, recrea la tesis según la cual la Batalla de Boyacá fue ganada por los patriotas gracias a la decidida participación de los socórranos desde su propio territorio. Según su apreciación el sacrificio de Antonia Santos en la Plaza Mayor del Socorro y el consiguiente levantamiento de los pueblos circunvecinos constituyen el "Momento Estelar" en la Campaña de Boyacá. Los hechos se presentaron de la siguiente manera:
El 25 de julio de 1819, en el pantano de Vargas, los hombres de José María Barreiro se enfrentaron con los del colosal Simón Bolívar. Fue otra de las tantas batallas entre el despotismo y la libertad. El combate fue muy duro y cruento, y las fuerzas de ambos contendores quedaron extenuadas. El rumbo del porvenir estaría en las manos de quien recibiera primero los refuerzos. Para el próximo combate, que sería decisivo, Bolívar necesitaba aumentar sus efectivos militares y también los requería urgentemente el General José María Barreiro. El ejército libertador no tenía posibilidades de aumentar sus escasos efectivos. En cambio los realistas, como ejército regular, se apresuraron a pedir ayuda al gobernador español de la provincia del Socorro Lucas González, quien de inmediato atendió el llamado y emprendió la marcha al frente de ochocientos soldados. Los refuerzos llegarían el 4 de agosto a Tunja; pero el terrorismo del imperio español, desconociendo el abecé de la política, el 28 de julio fusiló a la patriota Antonia Santos en la ciudad del Socorro. La indignación levantó en armas a los pueblos circunvecinos en protesta por el asesinato de la mujer que simbolizaba los anhelos de su redención. Centenares de personas armadas con palos, piedras, lanzas, cuchillos domésticos y herramientas de labranza, se tomaron la ciudad de Charalá, patria chica de Antonia Santos Plata, e impidieron el paso al coronel español Lucas González y a su ejército, que marchaban a reforzar al angustiado Barreiro. En esas circunstancias, el 7 de agosto de 1819, en el Puente de Boyacá, Bolívar, mediante una jugada espectacular, le dio el golpe de gracia al ejército español. Ese día nuestra patria, revestida de gloria, emprendió el anhelado vuelo de la libertad, y la heroína Antonia Santos, como el Cid Campeador, seguiría ganando batallas después de su muerte; ¡y qué batallas! Nada menos que las que a plazo no muy lejano consolidaron la emancipación de un Continente".
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