PRÓLOGO
Todo retrato que se pinta con
sentimiento es un retrato del artista, no del modelo. Oscar
Wilde. “ El Retrato de Dorian Gray”.
Hernando
Fernández Armella, “El Tato”, como le decimos cariñosamente, es un ser humano
insumiso y rebelde, pero de buen juicio; observador con inquietudes y
procedimientos creativos; inteligente y de un maravilloso gusto por la estética
y la euritmia. Estas virtudes serían suficientes para consagrarlo como
personaje de una historia que todavía no se ha escrito. A estas certezas hay
que agregarle otra: Tato es un soldado que desconoce el miedo. En la batalla
contra el nuevo coronavirus, cuando la gente dejaba los zapatos fuera de la
casa para lavarlos con alcohol, y el pánico se apoderaba del mundo, Tato
demostró su valor y su decisión voluntaria con el objeto de salvar algo cuyo
valor para él es inestimable: Sus seres queridos. Él, en ese mar de
incertidumbres, de dificultades y de miedos, sentía la necesidad de
protegerlos. En esa labor puso su vida en riesgo, para ayudarnos a salir del
oscuro y agobiante túnel. En este punto es digno de anotar, que desde muy niño
se escapaba de la casa para darle a una gata callejera la comida de su propio
tetero. Más tarde descubrieron que en un rincón de la casa, debajo de la
escalera, tenía siete gatos recién nacidos.
Esa vocación de ayudar al necesitado y tenderle su mano amiga, sin
titubear ante el peligro, se fortaleció con el amor ígneo de su querida madre
cuando de niño le enseñó el versículo 1:9 de Josué, que a la letra dice así: “Mira
que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Dios
estará contigo en donde quiera que tú vayas”. Él destruirá a tus enemigos y te
librará de todo mal. Y luego esa madre, en su tono de oratoria, le dice al niño
con vehemencia: “Y oye bien hijo mío. ¡Todas tus victorias serán obras del
Señor!”. Desde entonces su espiritualidad lo ata con el Pensamiento Superior, y
en medio del conflicto sale adelante con su tenacidad y con su fe.
Pues
bien, las grandes osadías de Tato y sus intensidades están plasmadas en su obra
titulada Sálvate tú, donde la voz narrativa es la de su propio autor que
cuenta sus experiencias existenciales. En el libro están las representaciones
de su mundo literario, que devienen de ese mundo real maravilloso donde todo
puede suceder.
Sus
relatos no sólo alumbran la mente del lector, sino que expresan la manera de
ser de un escritor que agita con sus actos la tierra donde pisa. Son episodios
de una vida desbordante que nos deja historias de una insólita extrañeza;
historias inusitadas, inauditas, pero fascinantes, expresadas a través de un
lenguaje sencillo y sin piruetas narrativas. El escritor disuelve su estilo en
la lógica de los acontecimientos. Para él lo importante es contar historias con
el fin de darle salida al sentimiento y a la nostalgia de lo insólito. Por eso
la narración fluye en un lenguaje coloquial, sin aderezos retóricos ni de
pesados academicismos. Pero eso sí, dulcificada con gotas de humor en medio de
las tensiones y las travesuras. En esta obra, el virtuosismo del narrador para
atrapar al lector está fundamentalmente en el corazón del argumento. El
escritor no camufla para nada su presencia en los relatos. Al contrario, la
claridad de sus actos y decisiones están presentes en toda la obra, donde en
varias ocasiones el personaje se debate en los predios de la muerte. En ese
sentido, el autor vive el drama como si dijéramos dos veces: primero en los
hechos y luego cuando los escribe y los plasma en el universo literario que ha
edificado como manifestación de su voluntad creativa.
He
aquí, pues, 25 relatos y un personaje retozando en medio del mar de las
incertidumbres, donde él es el principal héroe de aventuras en las que, encandilado con la belleza de una dama,
flirtea con ella y al final la deja ir, por sus
exigencias de perfectibilidad; ese mismo personaje es el que conduce un
carro sin saber manejar, y es el mismo personaje que pone en juego su
existencia en actos de osadía para vivir realidades que lo acercan a la muerte,
como le sucedió en medio de las aguas procelosas del Caribe, que un día lo
pusieron al borde de beberse el mar.
JOSÉ
MORALES MANCHEGO
Prólogo
al libro: Sálvate tú, de Hernando Fernández Armella. Ediciones Puerto
Arena. Barranquilla, agosto 2023