domingo, 25 de julio de 2010

SEGUIR ADELANTE, UNA OBLIGACIÓN IMPOSTERGABLE


EDITORIAL EL MISIONERO



El desarrollo de una Institución filantrópica, en la cual se entiende la caridad como apoyo a la educación y a la formación de los seres humanos, necesita un medio de divulgación que permita dar a conocer la producción intelectual, las inquietudes y demás acciones de sus miembros y allegados, sin distingos ideológicos, políticos o de otra índole. Con ese ánimo surgió la idea de crear una publicación periódica al servicio de los intereses de la Sociedad Hermanos de la Caridad. Esa idea cristalizó el 15 de octubre de 1870, cuando salió a la luz pública el primer número de El Misionero, caracterizado en esa época como un periódico religioso, moral y literario, cuyo último número salió el 15 de diciembre de 1870.


Ciento veintidos años después, el doctor Leonello Marthe Zapata revivió la revista, con la idea de crear un espacio para el pensamiento libre. En esta segunda etapa “El Misionero se ofrece puro, dinámico y combativo”, según palabras del Hermano Largión Barrios, hoy en el Oriente Eterno. En la actualidad, El Misionero es una revista de carácter académico, donde confluye la expresión libre y pluralista de los miembros de la Sociedad Hermanos de la Caridad, con participación de artistas, intelectuales y escritores de cualquier parte del mundo.


La Sociedad Hermanos de la Caridad, mediante el comité editorial de la revista, asume las responsabilidades de orientar, dirigir y sacar adelante este órgano de divulgación. Así mismo, la altruista entidad, ha destinado los recursos económicos necesarios para que la revista salga cada tres meses y circule gratuitamente. En materia intelectual, la Sociedad Hermanos de la Caridad cuenta con un grupo de personas cualificadas en los distintos saberes, lo que significa alta potencialidad para el desarrollo investigativo en medio de una zona que brinda infinidad de temas para investigar. Esta peculiaridad se halla enmarcada en un nuevo orden mundial que exige desarrollo institucional en términos de producción de conocimientos. En ese sentido, la Sociedad Hermanos de la Caridad tiene la necesidad de comunicarse con otras instituciones, con la comunidad local y regional, a fin de estrechar más la relación entre la institución y la sociedad, lo cual permitirá que los asociados se sensibilicen con los problemas sociales, para mayor participación de la institución en la vida ciudadana. Con esta orientación, la revista permitirá desarrollar el potencial creativo y la formación integral del asociado, para introducirlo en la actividad investigativa y en la dinámica de la producción intelectual, que evidencie una forma distinta de reflexionar sobre los fenómenos de nuestro entorno.



De esa manera, el proyecto busca la inserción de la institución en la vida de la comunidad, mediante la investigación de hechos y personajes, y de los problemas que aquejan a la misma comunidad. En consecuencia, se buscará poner la ciencia y la cultura al servicio de nuestros conciudadanos, rescatando al mismo tiempo personajes y valores que sean ejemplo para todos. En lo posible, en la revista se propondrán y se debatirán alternativas para los problemas que hoy preocupan a nuestra región, en el contexto de la globalización.






Por todo lo anterior, se hace imprescindible sacar adelante la revista institucional El Misionero, la cual ha tenido algunas dificultades en los últimos dos años, por la altísima inversión que ha realizado la Sociedad Hermanos de la Caridad para ofrecerle a Barranquilla una moderna funeraria, como es la Funeraria Universal, un moderno horno crematorio y toda la expansión de sus estrategias para prestarle un mejor servicio a nuestros conciudadanos, en el marco de la libre competencia, respetando la igualdad y la fraternidad de todos los seres humanos.






En tales circunstancias, seguir adelante con El Misionero es una obligación impostergable. Dicen algunas mentes ilustradas que mantener una revista en Colombia es un milagro repetido. Para nosotros, en cambio, es una aventura maravillosa, que alberga incertidumbres, pero estamos en ella con entusiasmo, porque sabemos que el pensamiento sólo adquiere sentido cuando se hace público y logra penetrar en las conciencias de las presentes y futuras generaciones.


Fraternalmente,

JOSÉ MORALES MANCHEGO


(Revista El Misionero. Organo de la Sociedad Hermanos de la Caridad. ISSN 1657-3064. No. 68. Barranquilla, Colombia, agosto de 2010)